miércoles, 24 de junio de 2009

identidad en movimiento

Hablar de la identidad, no en el sentido esencialista diciendo que hay elementos a los que uno se identifica creandonos la dichosa identidad, como la religion, el país, valores familiares, etc. influye, pero no me parece que hable de la identidad, ya que esos elementos supuestamente esenciales núnca lo son, pudiera pensar que todos ellos se resumen a algo más originario y del sentido de la subjetividad del ser humano, que por estar sujetados al lenguaje, nos preguntamos (porque si no de que otra manera), ¿quién soy? ¿de dónde vengo?, por el hecho de no poder contestarlas nos sujetamos de alguna, sin olvidar claro el sentido de pertenencia que conlleva, aun asi no puedo identificarme a ninguno de esos elementos "supuestamente esenciales" al menos no en la consciencia por la que hoy hablo, porque se que inconscientemente tienen un peso indescriptible, pero ninguno me define, y si buscamos a través de la historia lo que creemos esencial hoy, en algún momento no lo fué, así que ¿de qué estamos hablando realmente?.



Ahora en un reciente trabajo universitario (que precisamente juega con su caracter de esencial y de univers-al), lei un poco de ello, concordando con que tampoco puedo decir que la identidad se pueda deconstruir, ya que si fuera así como muchas psicologías actuales lo mencionan, el mundo seria un poco menos caótico, y esas personas que urgen de cambiar aspectos de su vida, no sufririan por el fracaso. Retomo la frase "no hay nada que nos acompañe de forma más segura a lo largo de toda nuestra existencia que aquello que desearíamos dejar de ser". DEJAR DE SER, no DEJAR DE HACER, ya que pudieran afirmarme que conductas pueden ser cambiadas, mediante x técnicas. Pero no hay un cambio radical, no hay un descubrimiento del ser. Una de las situaciones por las cuales resurge el hueco, el cuestionamiento, la falta de respuesta, son las pérdidas y las crisis,ante ellas podemos cuestionar creencias y sentirnos menos cómodos, pero en movimiento.



Me parece que siempre me eh sentido incómoda, y me escondo en las comodidades de los grandes pilares que me ayudaban a "identificarme", por que esta imposibilidad de descripción de mi persona da miedo, porque en el fondo se que esa manera de pensar-me, es contingente, puede o no ser, y ante el miedo al "no saber" (ya que de mis "pilares esenciales" de los que ya no tan inconscientemente me sostenía-sostengo es "el supuesto saber"), el creer que tengo la respuesta, y vaya que eh pagado altos precios por sostener esos "esenciales", cuando en realidad en mi lo único que permanece repetidamente, es "ese algo" que no es coherente y que no encuentra su porqué respecto a mis deseos, para resumirlo todo, no se ni cual es mi deseo, estoy en proceso de descubrirlo . A pesar de que sea un camino penoso, es "el camino", en donde voy a poder decir que pienso de mi en determinado momento, y que sea lo más libre posible de esos aspectos que creci creyendo por aquel lenguaje que ya me precedia, y mi caracter dependiente en lo primeros años de vida, donde me preste a ser definido por los que me nombraron, y acepte no sin cierto goce eso de lo que e dijeron que era, si soy en parte eso no puedo negar esos significantes fuertes que me hicieron ser, pero no lo soy del todo, ese cachito del no todo quiero descubrir. Existen determinadas creencias de destino que provienen de ilusiones, sin demeritar la palabra, ya que como escuche por ahi de algun psicoanalista, la ilusión que resulta en muchisimas ocasiones eficaz, tiene una base real por la que se basa, unas marcas, huellas, que no podemos describir ni entender.


Como siempre que termino de escribir algo, insatisfecha, confundida, y con ganas de más, me deja con el unico deseo de a continuacion contrariarme, porque encuentro preguntas a mis mismas afirmaciones, queriendo refutar lo que dije recien, por lo pronto lo dejo todo como pregunta y basandome en mi y en otros, filosofos, psicoanalistas, artistas, sin que nada quede constatado ni como verdad absoluta, es solo lo que pienso hoy, ya mañana... será otro día.

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